Biografía

Jhonathan Alvarez

De la Materia a la Forma

Mi nombre es Jhonathan, nací en Venezuela y llegué a España en 2008. Mi primer viaje de regreso a Venezuela fue en 2012, y es aquí donde todo comenzó.

Un día, paseando por una calle, me topé con una pequeña tienda que exhibía guacamayos hechos con ruedas de coche. Esto llamó mi atención profundamente, pues pensé que en España podría gustar mucho algo elaborado con ese material, dado el interés por la reutilización de materiales y la innovación en el reciclaje. Así que, al volver a España, quedé con la idea de querer crear algo similar. Sin embargo, pasaron los años y solo conservaba la idea en mi mente, sin llevarla a cabo.

Fue en 2015, al cambiar las ruedas de mi coche, cuando decidí pedirle al mecánico que me dejara una de ellas para realizar una prueba. Una vez en casa, comencé a cortarla, pero fue complicado debido al alambre interior de la rueda. A pesar de las dificultades, logré hacer un guacamayo, quedó hermoso y me gustó, pero quería hacer algo más. Entonces, investigué qué otros tipos de ruedas podría utilizar, optando por las ruedas de karting por su facilidad de manipulación. Tras conseguir algunas usadas, empecé a crear maceteros con formas de animales u objetos, en colaboración con mi pareja. Estos coloridos maceteros gustaron mucho y comenzamos a venderlos en mercadillos y fiestas locales.

Sin conformarme, continué pensando en cómo seguir innovando. Fue así como comencé a trabajar con neumáticos de bicicleta para crear esculturas. Con la ayuda de mi cuñado y mi pareja, diseñamos y probamos hasta obtener la primera escultura de Ruplares: un lobo increíble. Su impacto en la gente fue asombroso, especialmente cuando encontramos a su comprador, cuya reacción nos motivó enormemente, haciéndonos sentir que estábamos realmente creando arte único y especial.

Desde entonces, no he parado. Este proyecto no es solo un trabajo para mí, es más bien un hobby. Hacer esculturas me relaja y me permite conectar con las historias de las personas que me encargan obras. También me conecta con la maravilla de la naturaleza al recrear diferentes animales, y ver cómo cada vez logro mayor perfección en sus facciones y expresiones me llena de satisfacción como artista. El hecho de que las personas aprecien el arte creado de esta manera, llegando a tener un vínculo especial con él porque representa algo único para ellos, me impulsa a hacer que mis esculturas sean verdaderamente únicas. De hecho, no hay dos iguales, para que cada propietario de una obra de Ruplares sepa que posee una pieza de arte exclusiva.
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